El mercado mundial del agua baraja que la próxima guerra se producirá por la lucha del líquido elemento. Frente a ese pronóstico el mes de Agosto respira fotografiándose en mares, playas, piscinas y balnearios. Nos metemos en agua varios días de nuestras vacaciones sin olvidarnos de beber y beber.
Agosto es por excelencia el mes de vacaciones y el representante oficial del verano de los famosos en bañador. Tiene este octavo mes categoría de emperador romano, en honor a Octavio Augusto, y reúne más de un aliciente periodístico al aligerar de ropa a los que se visten de guapos el resto del año; por eso tenemos oportunidad de hacer fotos viéndoles en otras tareas lúdicas. Agosto cierra la puerta de los despachos y abre a diestro y siniestro el armario de los trajes de baño. Una amiga mantiene la esperanza de ver con esta indumentaria al matrimonio Trump, Donald y Melania, a los recién casados miembros de la Monarquía Inglesa, nietos de la gran Isabel segunda, que son los que mantienen la prensa mundial del corazón y también quiere ver a Lady Gaga. Sabe que el bañador da información que la razón y el corazón no entienden.
Hay personajes que no dejan del todo el despacho y mezclan habilidades con presencia en campamentos juveniles. En esa línea está el presidente de la Xunta que le viene como anillo al dedo el escenario de campo de tiro con arco propulsando flecha competitiva más que recreativa. Se diría que practica la precisión sabiendo que la diana puede ser redonda o cuadrada. Arqueros tenemos pocos en el puzzle de posados dominados por nadadores que flotan en este mes de Agosto.
En la muy hospitalaria villa de Balneario Mondariz uno tiene muy presente que es el municipio más pequeño de Galicia pero también que ahora hace pasar por sus aguas medicinales a montones de españoles y portugueses. El agua, que es el alimento del mundo, en estas fechas cotiza en el Ibex. Mar, playa, piscina y balneario la sitúan al servicio del cuerpo y del alma. Buscar dónde nace el agua es profundizar en las sales minerales que dan salud y bienestar en los balnearios. En ellos el agua toma color y más que paseante obligado se convierte en terapéutico acompañante que escucha y calla lo que el cuerpo habla.
El agua sube en Agosto de artículo básico a lujo popularizado con fiestas, top less y saltos para zambullirse. No está de más que descubiertos sin maquillaje rindamos veneración al zumo más natural que nos acompaña por dentro y por fuera.
Pilar Falcón