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España respira aliviada frente al aumento de casos de Covid-19 en Alemania, Italia y Gran Bretaña, e incluso han vuelto al confinamiento en países del Este como Letonia, en Rumanía y en Bulgaria. Aquí el debate está en la vacunación a los menores de doce años. Esta buena situación en España ayuda en el camino de la recuperación y en Madrid se comparte con el Xacobeo de otoño. Las asociaciones y centros gallegos dan pasos en conjunto para marcar la huella de los Madrigallegos. Se ofrecen actividades para todos los públicos como ejemplo de unidad en estos tiempos de lucha entre la vicepresidenta primera y la vicepresidenta segunda del Gobierno Sánchez. Y se admiten apuestas.
Históricamente el desarrollo numérico no sólo permite contar sino ordenar, comparar e incluso repartir. La reforma laboral la llevaba Unidas Podemos en su programa y a ese estandarte está agarrada Yolanda Díaz para desbancar la reforma de Rajoy del 2012, aquella que daba más seguridad al empresario al reducir ciertas cargas. La segunda vicepresidenta mira, a la también gallega, vicepresidenta primera y ambas descubren que no se encuentran las miradas porque el punto se fija más allá. Ni suben ni bajan; pero galleguean sabiendo que revertir las cosas de distinto partido es moda reiterativa en España, y la Educación es sólo una muestra.
Unidas Podemos quiere derogación completa, sin actualizaciones de las que habla el presidente Sánchez. El partido morado sabe que sin enemigo no hay fuego y por eso se alimenta de las llamas, como ave de larga vida que se regenera totalmente de las cenizas del predecesor. Entre salario mínimo y reforma laboral el paraíso de Unidas Podemos es terrenal. El PSOE avisa que lo negociado por Díaz no es creíble sin el aval de Calviño y así la inflación nubla el escenario político y económico, que desde el Banco de España aseguran que ha llegado para quedarse y que los condicionantes de los fondos europeos dejan muy claro que las modificaciones de las leyes laborales se tienen que hacer con diálogo.
Todo suena a tiempo de tocar la gaita y no como los Madrigallegos que desfilan por Madrid sin reivindicaciones y con el conocido instrumento para celebrar el Xacobeo otoñal. El Camino de Santiago de Madrid es desconocido y duro, tiene el punto más alto de todos los caminos de Santiago de la península. El alto de la Fuenfría con 1.960 m de altitud es superior a los 1.640 de Somport, de la Cruz de Ferro o el Alto de San Roque en O Cebreiro. La calzada romana madrileña cruza la Sierra de Guadarrama en su ruta hacia Sahagún, donde se une con el Camino Francés y después hacia Santiago. Flechas amarillas para una opción de peregrinación que es tan prometedora como desconocida. Celtas, romanos, visigodos, mozárabes, peregrinos de todos los lugares y con el fin único de Santiago. Una sola meta que hasta el apóstol Santiago duda que sea hoy la moda reinante.
Pilar Falcón