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Estamos en modo postpandemia. No sólo se nota en la batalla del transporte público, por ver quién da más para llevarnos y traernos, también en las ganas de reírnos; sobre todo, de nosotros mismos, de esa manera de ser y de lo que hemos demostrado ser en la Historia. Hay un largo etcétera con mucho tópico y verdad popular. Se dan reacciones que no se pueden explicar mejor como cuando lanzamos un ¡no me lo puedo creer! Y esa es la exclamación ante trenes que no caben por los túneles. Sólo faltan el Coyote y el Correcaminos de la Warner Brothers para situarnos en el mundo de los dibujos animados. No están los personajes de la serie estadounidense y sí los treinta nuevos trenes de cercanías diseñados para Cantabria y Asturias. Hay que reírse. La Historia mundial está llena de chapuzas, de hechos casi cómicos. No hace falta irse al compañero que participó con el bosnio Gavrilo Princip en el atentado de Sarajevo. Primero intentó tirar la bomba al paso del carruaje, rebotó en el antebrazo del archiduque hiriendo a otros y acto seguido se tomó una cápsula de cianuro y se tiró al río con intención de ahogarse. No sólo estaba caducado el cianuro sino que la profundidad del agua era escasa aquel 28 de junio de 1914 en el que moría el heredero de la corona austrohúngara. La paliza de los viandantes al envenenado mojado no terminó en linchamiento gracias a la policía. No hace falta irse a este prototipo, en el que también se incluiría la historia de Rasputín. La autopsia dictaminó ahogamiento en el río Neva pero antes es bien conocido que fue envenenado, disparado, disparado de nuevo, paliza por medio, castración y al final arrojado a aquellas heladas aguas. Hay chapuzas que hablan de cemento blanco durante ocho kilómetros en la restauración de 2016 de la Gran Muralla China. Lo blanco viene a adulterar los setecientos años de antigüedad y como él podríamos hablar de la restauración del Ecce Homo del pueblo zaragozano de Borja en 2022. Trending Topic mundial para las paredes de la iglesia del Santuario de Misericordia por la jubilada aficionada, Cecilia Jiménez. El Ecce Homo más chapuza de la Historia.
España no es nada sin la chapuza. Aquí elegir el camino más corto contra el consejo de los expertos es norma aplicada con la mayor de las naturalidades. La aplicación más viva de la palabra chapuza sale de vez en cuando y es entonces cuando se llena de frescura tanto informativo político, de guerra y económico.
Pilar Falcón