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Son fechas de preparar cursos de verano, y los hay para todos los gustos. En el País Vasco se practica con efusión el valor del euskera y por si hubiese alguna duda la realidad dice que en los concursos para personal de la Administración ya supone una valoración del doble de lo que ha venido siendo en los últimos años. Los políticos tienen en esta comunidad histórica la dificultad del idioma, pocos lo hablan y buscan fortalecer esa arma. Es uno de los lados débiles del proyecto vasco porque el castellano supone la primera lengua para el 69,94 % de los vascos, frente al 17,82 % cuyo primer idioma es el euskera. Tan solo el 7,01 % declara que ambas por igual son su primera lengua. Con este cartel la estrategia es el empleo público, de ahí que para los distintos exámenes se esté dando más importancia a la lengua que a las exigencias profesionales, y hasta parece admitirse con naturalidad.
En Cataluña el curso de idiomas es acelerado y ante las redes sociales ya es lo normal que salga a elegir entre el catalán y el inglés para cualquier opción que se precie a leer en la pantalla. No ocurre con el gallego o el euskera. Se trata de una posición que quieren de privilegio para colocar a uno de los idiomas oficiales de Cataluña muy por encima de cualquiera de los que se practican en España y colocándose en competición de liga internacional. En tierra catalana el 80 por ciento de la población sabe comunicarse en el idioma propio, pero en vez de subir hay que hablar de descenso, de ahí propuestas desde una Consejería de Política Lingüística, subtítulos en catalán en todas las películas que se emitan en Cataluña, su oficialidad definitiva en la Unión Europea o también convertir los méritos idiomáticos en requisitos para trabajar en la administración. Las iniciativas de los partidos políticos en materia lingüística son muchas y también lo son las dudas sobre la pérdida de influencia del catalán. Sus jóvenes miran a moverse por todo el planeta y en Galicia esa línea presenta además una población que mayoritariamente se entiende en su lengua.
La Historia dice que la manera de como utilicemos el idioma depende la construcción e interpretación del mundo. Es como las rebajas. Son oportunidad y ventaja para el consumidor o pueden suponer gasto innecesario. Para el cantábrico un chubasquero siempre es negocio porque nunca sobra donde cada vez llueve más, es el seguro del norte. En el País Vasco EH Bildu, comparte con su candidato Pello Ochandiano que hay que buscar acuerdos con los dos partidos del gobierno del lehendakari Pradales para reclamar todo lo que suponga crecer como país en la recién inaugurada legislatura. Se trabajará para que en el nuevo Estatuto Vasco quede escrito el reconocimiento de Euskadi como una nación y que se incluyan las garantías necesarias para ejercer el derecho a decidir de una manera pactada. Se vislumbra la plurinacionalidad desde del País Vasco, y todo ello a pesar de que los independentistas son irrelevantes, aunque se hayan quedado en las últimas elecciones autonómicas solo a veintinueve mil votos de diferencia del PNV. Un zarpazo que sigue haciendo sangre desde ese 21 de abril. Recordemos que, al final, la mayoría gobernante está constituida por los nacionalistas PNV y los socialistas, enganchados por un pacto de ciento cincuenta páginas y el reparto de los quince departamentos del ejecutivo autonómico.
Dependiendo de cómo utilicemos el idioma hacemos el mundo del futuro.
Pilar Falcón