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El símbolo de la victoria resurge en La Palma. La vida se impone y los pinos canarios afectados por el volcán regalan a este nuevo año los primeros brotes verdes. La fortaleza de resistir al territorio da lección de vida en las inmediaciones del Cumbre Vieja. El emblema natural de la isla demuestra su solidez frente al fuego y los volcanes y, haciendo gala de su diferencia con el pino peninsular, recuerda que es capaz de regenerar la copa. Con él se hace realidad lo que fue una metáfora coloquial y propagandística utilizada para indicar signos de recuperación económica tras una crisis. Fueron la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, otros miembros del gabinete y el mismo presidente José Luis Rodríguez Zapatero los que invocaron “brotes verdes” en los días previos a las elecciones europeas, en mayo y junio de 2009. Aquellas palabras siguen siendo hoy la aspiración del mundo circundante.
Inaugurar año hace que sea tiempo de recapitular, mirar atrás, clasificar y elaborar balance. Seguimos en Europa; aunque algunos, como los británicos, se han ido y parece que una mayoría se arrepiente o considera que ha salido mal. Desde este primero de enero entran en vigor las nuevas normas y controles aduaneros entre la Unión Europea y el Reino Unido. Separados de Francia por el Canal de la Mancha, el país de Boris Johnson empieza este año con sondeos afectados por el Brexit y más por las restricciones aplicadas a raíz de la pandemia. Las elecciones generales en Inglaterra dan respiro hasta mayo del 2024. Mientras tanto, estamos viendo crecer el sentimiento antieuropeísta en Francia, a punto de tomar las riendas de la presidencia rotativa semestral de la Unión Europea y en medio de la dividida precampaña electoral que celebra presidenciales en abril de 2022.
En Estados Unidos emplearon la metáfora “brotes verdes” en febrero de 2009; el Reino Unido ya la había utilizado durante la recesión de 1990 y lo repitió durante la crisis económica de 2008. El lenguaje separa, como bien estamos viendo en España, pero términos y conceptos que todo el mundo entiende son repetidos, demandados y deseados. Los medios han hecho cada vez más uso de esta expresión; pero hay otros códigos menos populares, que van de incógnito y que están vigentes. El verde se revitaliza en su significado histórico como defensa de la institución monárquica. Hoy es mensaje reivindicativo y silencioso que bajo el juego de palabras representó y fue muy utilizado desde el siglo XIX como V. e. R. d. E, queriendo decir ¡Viva el rey de España!
Verde no es sólo naturaleza-medio ambiente, tranquilidad y renovación. Es un brote cada vez más epidémico en corbatas y pañuelos y, no tanto, por significar tranquilidad, frescura, vitalidad, calma, o renacimiento. Es identidad, evocación y realidad en su verdadero terreno. Del pino de La Palma a la corbata de Felipe VI hablamos en verde.
Pilar Falcón