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Los cuerpos están de moda, lucen en las playas, en las piscinas, en el agua dulce de los ríos, en los Juegos Olímpicos que han dejado paso a los Paralímpicos y hasta en los cuerpos de seguridad del Estado, sobre todo, de los Mozos de Escuadra de la Generalitat que evitan los cascarrillos de mofa tras la representación irrisoria de Puigdemont. Las evasivas más variopintas forman parte de la protección del día a día de los policías autonómicos catalanes. Mientras tanto, el boxeo está en el punto de mira del Comité Olímpico Internacional, (COI). Este arte marcial del deporte de combate y la defensa personal no tiene garantizada su presencia en los próximos Juegos Olímpicos a celebrar en Los Ángeles en 2028. Pena en España ahora que acaba de ganarse una histórica medalla de plata con el marbellí Ayoub Ghadfa en el peso superpesado, 24 años después de la última plata del boxeo español. Y no solo él, otra más con Emmanuel Reyes Esplá en la categoría de peso pesado, además de que Rafa Lozano hijo y José Quiles cayeron en cuartos de final en las categorías de mosca y pluma respectivamente.
Los que no hemos pasado de Muhammad Ali y Mike Tyson como máximos símbolos del pujilismo recogemos el golpe directo y de gancho que marca el principio del futuro político de Puigdemont. A la espera de ver si cumple y abandona la política por no presidir la Generalitat podemos augurar, una vez más, que ocupará puesto con el presidente Sánchez en la categoría del embuste y la patraña. El tiempo irá marcando acontecimientos mientras asistimos al Plan Renove en los independentistas catalanes y al tiempo de Salvador Illa acariciando el libro de instrucciones remitido por el Gobierno de España. Nicolás Maduro en Venezuela sí que aplica lo anunciado y los cuerpos caen por las calles como exponente de su compromiso de hacer correr la sangre si perdía el poder.
Cuando los dictadores ejecutan lo dicho no hay democracia que valga y los cuerpos se resienten a la falta de verificación imparcial de los resultados.Los JJ.OO. mandan sin medallas a los competidores venezolanos desde Sidney 2000. Las exhibiciones corporales del ocupante del Palacio de Miraflores pasan por dar ejemplo al pueblo de magulladuras, roturas de piernas y muertes violentas. Siete diplomas olímpicos de este año entregados a representantes venezolanos nos dicen que ocuparon los primeros ocho lugares, todo un reconocimiento al esfuerzo y el espíritu que anima a trabajar la cultura de la paz que invadió los diecisiete días parisinos. Rodríguez Zapatero, el ex presidente español enviado como observador en las últimas elecciones y con hilo directo en ese gobierno, no acaba de decir nada. El ministro de Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, posiciona a la Unión Europea para que se conozcan las actas, se conozcan los verdaderos resultados, cese la represión y se inicie una transición pacífica. Venezuela también marca cuerpo en los Estados Unidos de América, Biden ve la ocasión para dar prestigio a su salida y ganar votos para su sucesora. Antes de las elecciones americanas del 5 de noviembre, el 20 de enero Biden entregará la presidencia, debe llegar a un acuerdo para dar salida sin procesos y con amnistía al presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela. Y en el paquete de las soluciones negociadas de la crisis entra la familia, la amnistía para sus generales y sin olvidarse de los representantes de los tribunales. Todo un cuerpo.
Pilar Falcón