Dieta Atlántica, la catedral gallega – 21/02/23

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La Dieta Atlántica responde a una denominación de origen con menos calado que cualquiera que habla de Cultura Celta o de Camino de Santiago, por poner sólo dos ejemplos. Es mucho más que decir cocina gallega. Aglutina la tradición oral de nuestros antepasados y esa es, sin duda, cualidad digna de las grandes causas. Y como en el todo está el enigma de quien somos, en esencia podríamos decir que lo invariable y permanente constituye lo que conocemos como naturaleza. Desde luego que no sólo somos lo que comemos; pero la Historia ha estado siempre alimentada y ha hecho posible el desarrollo de la evolución.

En estos tiempos de pasillo a las banderolas preelectorales se levantan jornadas madrileñas de la Dieta Atlántica señalándola como la excelencia en el paladar en perfecta armonía con la salud. Todo un alarde de coraje para impulsar el brillo de la diversidad española. Una identidad muy diversa, que es la que caracteriza a España, y que en Galicia no supone reivindicación diferenciadora; pero sí ejemplo de que crecer es compartir. La esquina verde está más lejos de los cereales que otras comunidades autónomas, esos granos que son los que han puesto la base fundamental a la alimentación humana, hace unos doce mil años, cuando nacía la agricultura. En estos momentos que andamos a vueltas con terminologías que hacen referencia a los alimentos, a los productos alimentarios, a la subida de sus precios, a las posturas de los empresarios y a las caras resignadas de los consumidores, decir Dieta Atlántica es  llamar a la puerta autóctona, a la más natural, a la abuela con mandil, a la carne del prado, al pescado cocido, al marisco, la ajada, el cerdo celta o a la castaña en manos de los chef que beben del mar y acarician el huerto de la patata, las berzas, los grelos y los pimientos.

Se ha desatendido la Dieta Atlántica y se cocina menos que nunca; pero su necesidad es demandada ante el sobrepeso y la gordura. 

Los alimentos de temporada, locales, frescos y mínimamente procesados son salvadores terrenales y ya sólo queda reivindicarlos con la fuerza que da decir salud feliz y por más tiempo, entendiendo que toda la vida se comió pan, patatas, y no faltó el acompañamiento de la tertulia en la mesa. 

Dieta Atlántica, Galicia nutriente, sin prisa, con pausa, con buena compañía y dejando hablar al mar y la tierra. El seguro más nutritivo que brinda longevidad y es la catedral de otros templos. 

Pilar Falcón

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