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Hay momentos en que una mujer necesita tener buenos apoyos. Sin duda, uno de ellos es cuando se nos rompe un tacón. Y eso le acaba de pasar a Yolanda Díaz. En el desfile su sonrisa era a mandíbula batiente y la melena surcaba al viento para sumar en el lucimiento de las lentejuelas de su traje. Los aires principescos se tropezaron con el roto del tacón izquierdo y la curiosidad nos tiene congelados con el futuro de la escena.
Los domingos electorales siempre tienen homilía y este del 9J con adjetivo europeo ha venido a poner los panes y los peces en su sitio. La convocatoria ha removido el conglomerado de espacios políticos y, como consecuencia, también el Gobierno de España. El terremoto ha cambiado el asfalto causando que a Yolanda Díaz ya no le sirva ni su máxima expresión de ¡a la mierda! para ratificar que es una pésima líder de su formación. Queda en el gobierno como representante de Sumar cuando acaba de decir que da un paso al lado dejando su puesto de coordinadora de la formación. Elegida por Sánchez como vicepresidenta y ministra de trabajo si la palabra del presidente ha sido que cuenta con ella está molt fotut la coruñesa de Fene. En su localidad acaba de ganar el Partido Popular, en las municipales y autonómicas lo hizo BNG y ahora Sumar ha sido el quinto. Lo dicho, que si el presidente Sánchez le ha apoyado en el traspiés que busque otro sustento para el futuro y se dé por muerta en la siguiente caminata si sigue aferrada a la simpatía del brazo presidencial y si no que hable con el ex ministro Salvador Illa tras ver al exconseller y diputado de Junts per Catalunya, Josep Rull, escogido este lunes como presidente del Parlament gracias a los votos de su grupo, de ERC y la CUP. Rull se convierte así en la segunda autoridad de Catalunya pese a que el independentismo ha perdido la mayoría absoluta. Un nuevo fracaso de la falta de intento del Partido Socialista de Cataluña (PSC) por buscar una mayoría alternativa con el PP.
La izquierda alternativa del PSOE vuelve la vista atrás y se encuentra la foto del hundimiento al ver que por primera vez Izquierda Unida se queda fuera del Parlamento Europeo, que la extrema derecha avanza posiciones en buena parte de Europa y que les falta organización. Sumar logra tres escaños y Podemos consigue el aliento suficiente con sus dos escaños para seguir disputándole el poder a Yolanda Díaz que asume su debilidad frente al PSOE para lo que queda de legislatura.
El tacón izquierdo se le rompió a Yolanda, y la situación crea interés hacia una Yolandita que intenta caer sin dañarse, evitando cualquier cosa con la que pueda golpearse. Otra opción indica que debe tener cuidado si se agarra de alguien que termina cayéndosele encima.
Veremos si encuentra la parte o las partes rotas a fin de intentar reparar el zapato y si lleva el tacón a un zapatero profesional o si considera que eso no vale la pena y lo arregla ella misma.
No sabemos si es mujer previsora y acostumbra a llevar consigo un par de zapatillas planas para seguir bailando o porque ya sabía que los zapatos le venían lastimando y le dolerían los pies. La opción de la perfecta calma está también ante la reacción al tacón roto de Yolandita. Ahí, con una elegancia mayor que cuando caminaba alzada, puede asentar los pies desnudos con una gracia y firmeza que hagan pensar en una bailarina de ballet cuando abandona el escenario pensando en una nueva vida sin tacones, punteras estrechas y miradas que hablan.
Pilar Falcón