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De los millones de euros conseguidos en el fondo de recuperación de la Cumbre Europea hemos pasado a hablar de los que dejarán de ingresarse por falta de turismo. La España peninsular, islas Canarias y Baleares están vetadas por el Foreign Office. El gobierno británico desaconseja esos viajes y Estados Unidos comienza ensayos, con 30 mil voluntarios, para la vacuna del coronavirus que podría distribuirse en noviembre. Tenemos brotes en todas las comunidades y hay que controlarlos «poquito a poco», según el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.
Asegura nuestro hombre del Telediario coronavirus que aunque llegase una segunda ola no sería homogénea. Su diagnóstico unido a otros anteriores hace encender el semáforo rojo y naranja, como el que marca la alerta nacional por calor.
Rotar alrededor del propio plano es una prueba de destreza que hace mover los pies por encima de la cabeza. España practica tal gimnasia con versiones definidas pero con variantes. Los saltos ornamentales los acaba de pulir Fernando Simón agradeciendo el anuncio que ahuyenta a los
visitantes, un mes después de la presentación del plan para restaurar el turismo. Simón muestra ser agradecido por las decisiones extranjeras. El hombre de pelo rizado, al estilo Harpo Marx, presenta momentos verbales en rueda de prensa que son sólo de él, como si estuviese hablando en voz baja, mirando la puesta de sol y descansado sobre su tabla de surf: “Que exijan una cuarentena a los que vienen de España nos favorece porque desincentiva que venga gente”. Ni el aire cálido africano que estamos pasando le impide agarrarse a la quilla de surf para facilitar las maniobras y mejorar el agarre a las olas. El rango de movimientos del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad vuelve a ponerse de moda cuando por todo el mundo rebrotan los casos Covid19.
Televisiones, radios y redes sociales colocan a mano la carpeta que lleva el rótulo «los mejores momentos Fernando Simón». Al dossier lo acompañan un manual para lavado nasal de agua de mar y el consejo de ejecutar gárgaras con ingredientes naturales. Simón se ha convertido en trending topic tras la comparecencia de este lunes. Sigue ganando puntos para personaje que merece muñeco propio, de esos que cuelgan en el espejo del retrovisor o se pegan en el salpicadero del coche, como bailarina hawaiana.
Dice lo que piensa, o esa es la impresión, y queremos creer que piensa más de lo que dice. Su visibilidad le está convirtiendo en carne de cañón para chistes, como le ocurrió a Fernando Moran o a Miguel Ángel Moratinos. Sin duda, una categoría reservada a los más populares.
Retrocedemos en las fases establecidas para luchar contra el coronavirus y se anuncia que el botellón es nocivo y peligroso. Ni el cine más exitoso de Hollywood comediaría mejor obviedad. El actor estadounidense Spencer Tracy decía que basta con saberse el papel y no tropezar con los muebles.
Sí, bebía mucho; pero igual interpretaba «El poder y la gloria» que «El extraño caso del doctor Jekyll».
Pilar Falcón