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La inteligencia artificial (IA) está revolucionando la forma en que vivimos y gestionamos nuestros hogares en más comodidad, eficiencia y sostenibilidad, y mientras eso ocurre los jóvenes son foco para alternativas y esperanzas en la vivienda. Los desafíos hablan de monstruos financieros y burocráticos sin dejar de lado los ideológicos que ya son el principal obstáculo. Entre 16 y 29 años vivir con los padres, tiene cabida en cierta normalidad, y más si la universidad, o centro de estudios, presenta sede en la ciudad familiar. Ejercer de estudiante matriculado da la opción de rentabilizar cuatro paredes de salón, cuatro de cocina, cuatro de baño, cuatro de pasillo y cuatro de dormitorio.
Esa etapa dorada de compartir piso, residencia o colegio es una experiencia que mezcla comedia, caos y camaradería. Jóvenes que cohabitan un espacio reducido, todos ellos con horarios disparatados, manías inconfesables y un toque especial para la improvisación culinaria. Es etapa de vida con asignatura de libre configuración cuando debería de ser asignatura troncal para aprender a compartir algo más que juergas, risas y desorden organizado. Un deporte olímpico con disciplinas varias y con número de competiciones dependiendo de unos juegos u otros.
El grupo variopinto de jóvenes, muchas veces, no tiene más en común que el hecho de que todos duermen (o intentan) bajo el mismo techo. Un piso compartido de estudiantes es un microcosmos del caos: turnos de limpieza que nadie respeta, neveras que parecen agujeros negros y fiestas improvisadas que convierten el salón en una pista de baile o un canto al gol del equipo contrario. Desde el estudiante que nunca sale de la biblioteca hasta el que piensa que la vida es un eterno festival, cada uno aporta su toque único al hogar estudiantil. Compartir la nevera es un ecosistema en sí mismo, donde el yogur que pusiste ayer desapareció y fue sustituido por un misterioso táper que nadie reconoce. Los turnos de limpieza son creativos porque, al final, la mejor manera de decidir quién se hace cargo del baño es, obviamente, con una partida de Mario Kart, videojuego de carreras desarrollado para descansos, y que pone cara o cruz de suerte en el delantal y la fregona.
¡Ah, la vida de estudiante! Llega la hora de asentar cabeza y crear un hogar, diciendo hola a nevera sin misterios y comida saludable y dando adiós a esos tiempos en los que se sobrevivía con fideos instantáneos y pizza fría. El paso de estudiante al capítulo de la travesía de la vivienda incluye aprender informes que hablan de situación límite este 2025. Los estudios demuestran que el sistema está fallando al no permitir que buena parte de la población vea satisfechas sus necesidades y al provocar empeoramiento de las condiciones de vida. El PSOE habla de paquete histórico para fortalecer el derecho a la vivienda que busca garantizar que esta sea el quinto pilar del Estado del bienestar y el PP insiste en un plan de vivienda orientado a fomentar la compra con avales de hasta un 100% para menores de 40 años, que podrían suavizar los requisitos para acceder a una hipoteca. Este domingo, miles de personas pidieron medidas urgentes para abaratar los alquileres y hacerlos accesibles a la mayor parte de los salarios. El alquiler sigue siendo un dolor de cabeza, pero ahora hay que lidiar con hipotecas y facturas ¿Qué fue de aquellos días en los que tu mayor preocupación era pasarse por el buzón para apuntarse a la próxima fiesta?.
Pilar Falcón