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En este invierno de calores, exabruptos y abluciones se pueden escuchar cosas como: «Era muy amigo de Luis Buñuel, un director de cine que hacía películas surrealistas que no entenderíais ninguno”. La descarga cultural del guía turístico por las calles de Madrid supone pararse en seco esperando que despierte la intervención de algún oyente. Estamos viviendo un país raro, muy raro, extraño en las formas y mucho más en los contenidos. Se dicen, se escuchan y se publicitan comentarios que lejos de formar afean realidades y deprimen a cualquiera, menos mal que nos sube la moral como ciudadanos el profesional Rafa Nadal, ese Superman que con los pies mal demuestra que se puede pisar fuerte, dejar estampa y mostrar la izquierda para lograr reconocimientos. Ha pasado de sopesar la retirada a encumbrarse como el mejor y ello hace entender la palabra resiliencia incluso al guía atrevido pregonando sobre el original director de cine español.
La práctica Nadal es un método con adaptación incluso en los que no ejercen ni entienden el deporte de raqueta. Por su proceder el Superman de Manacor podría complementar su publicidad automovilística con formatos en los que impartiría recursos psicológicos que hacen crecer el potencial en circunstancias adversas. Un maestro espiritual ejemplo de cómo dominar el cuerpo y hacer prevalecer la energía interior. Todo se andará.
Imaginar gestionando el país a Pablo Isla, presidente de Inditex hasta el 1 de abril fecha en que cederá el cargo de primer ejecutivo del grupo a Marta Ortega y que además viene enriquecido en su currículum por ser el sucesor de Amancio Ortega también estimula los cuerpos cuando, cada vez más, se pierde la fe en la política teórica y se reza por la gestión. Ante la moda de asesores multitudinarios Rafa Nadal no podría dejar de ocupar despacho y los otros departamentos a impulso del sentido común, el saber y las necesidades a solventar. Menos política, más eficacia y más coger el toro por los cuernos nos llevarían a bajar el recibo de la luz en nuestro país, tener política internacional y hacer los debates de reformas en despacho cerrado, sin medios de comunicación, y sí con mucho beneficio para los ciudadanos. Estamos inaugurando año chino, esa fiesta de la primavera que lleva a millones de personas viajando a sus lugares de origen para celebrar las fiestas con sus familias y ello nos devuelve a la navidad, a la noche vieja y nuestras esperanzas toman cuerpo y alma buscando liderazgo, sin guerras por medio, con reconocimiento a los investigadores, revalorización de la agricultura y la ganadería… y siempre los mitos para no olvidar a tres mujeres, aquellas que superaron a Rafael Nadal y que han hecho historia antes que él en número de Grand Slam: Stefanie Graf, con 22; Serena Williams con 23 y Margaret Court con 24. Hubo ejemplos, los hay y que siga la confianza en que la meta está cerca.
Pilar Falcón