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La gripe, o virus de la influenza, está en período de vacuna. Ha llegado su vuelo y, como Delcy Rodríguez, la vicepresidenta de Nicolás Maduro, no es conveniente que desembarque para saludar a la persistente pandemia del Covid-19. Al virus de moda le sale contrincante, y no debemos olvidar que la gripe son cepas que pueden convivir cada año, lo que explica que sea casi imposible de erradicar. El combinado gripecovid incomoda a los sanitarios, que son el colectivo que mejor sabe que la política puede ser el elemento más descontrolador con anuncios positivos que tapan lo que deberían de ser titulares realistas.
A pesar de la recomendación del Papa a ejercer la caridad rehabilitando la política, los profesionales de la salud se mueven con protestas y descontentos que dan forma a manifiestos reclamando que sean los entendidos los que den opiniones. Se aclama un armisticio para dejar de combatir durante un tiempo y evitar la guerra. Las armas propuestas son las manos de los especialistas, que deben asegurar la ausencia de interferencias políticas. Hacen hincapié en que las prioridades transitan por ellos, que son los que conocen las ciencias de la salud y las necesidades de invertir los recursos para investigar y dejar de estar muy por debajo de los países europeos. Los sanitarios fijan el punto de sutura y ofrecen sus conocimientos. Se trata de cincuenta y cinco sociedades científicas que representan a más de ciento setenta mil profesionales sanitarios.
#ManifiestoCovid es un grito para que los encargados de dirigir el país «acepten, de una vez, la necesidad de una respuesta coordinada, equitativa y basada exclusivamente en criterios científicos, claros, comunes y transparentes». Un decálogo que se resume diciendole a los que componen el Gobierno que en salud mandan pero que no saben del tema.
En la ciudad de Nueva York, los rastreadores han sido el elemento definitivo para controlar la pandemia. Ese trabajo detector ha venido a unirse al olfato de los perros para descubrir posibles infectados de covid-19. Lo hacen en cuestión de segundos y con una fiabilidad casi absoluta porque ya se utilizaban para localizar células cancerígenas en la orina. El gran inconveniente radica en que el adiestramiento dura entre seis y ocho semanas, y son muchos días para esta carrera en la que se acelera buscando la vacuna. En España todavía se desconoce el origen de la mitad de los casos covid-19.
Los primeros prototipos de vacunas parece que llegarán antes de final de año; pero aún sin la aprobación de las agencias reguladoras de los medicamentos. Para eso habrá que esperar al primer o segundo trimestre de 2021. Luís Enjuanes, experto del CSIC, del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología no descarta que las agencias reguladoras de los medicamentos autoricen este mismo año la administración a personas que están más expuestas a contraer el virus, como los sanitarios. En algo parece que les dan prioridad.
Pilar Falcón