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Del encerramiento hemos pasado a la sublevación con concentración y marcha. Las cuatro paredes de casa son ahora operación de codeo con el manifestante. Estamos en la primera fase postCovid y se ha introducido en vena la ola de protesta de la raza. Un caso sucedido en Estados Unidos a manos de un policía desmedido en sus funciones, bajo la atenta mirada de pasivos compañeros y transeúntes, ha servido para que España saliese a la calle.
En Madrid se había legalizado una concentración para doscientas personas ante la Embajada de EE.UU. y el efecto llamada por los derechos del color de la piel hizo que se superaran los tres mil, según la policía. Recurrimos a conceptos de recubrimiento para zarandear masas que tocan mentalidades, sirven a la política y crean noticias que focalizan la atención. España ha recogido el caso de George Floyd y se ha unido a las protestas de racismo endémico.
Recién salidos de la cuarentena española se eleva la bilirrubina con la muerte acontecida en Estados Unidos de la misma manera que hemos aceptado modas americanas como los tejanos o la comida rápida, y se nos va el interés por el vivir diario en España: sanidad insostenible, paro y deuda, adaptación de las empresas turísticas, aumento de los cargos a dedo, falta de informaciones concluyentes del Covid-19; o la Justicia en horas bajas donde los fiscales instruyen los procesos penales en vez de hacerlo los jueces.
Este país tiene mucho para salir desaguando a la calle después de tanta muerte, del DelcyGate del ministro Ábalos en el aeropuerto; del caso de la Guardia Civil y el ministro Marlaska; pero la raza compenetra a diferentes continentes y España, que sabe mucho de mezclarse con los distintos pueblos de América hace uso del muelle propulsor para sentirse enérgico después de la inactividad.
Aliviados los titulares sobre el coronavirus la diana Monarquía toma el primer plano para seguir la ruta marcada. El rey emérito viene a empañar el trabajo de Felipe sexto, relegado por el actual gobierno socialista-comunista para protagonismo del presidente del gobierno. El Tribunal Supremo estudia si Juan Carlos I cometió fraude fiscal y blanqueo de capitales y sus presuntas irregularidades en la segunda fase del AVE a la Meca en julio del 2014.
Se abren playas y piscinas generalizando la desescalada pero no hay proyecto que asegure la vuelta real a los colegios. Un profesor propone dar las clases en una terraza y tiene más posibilidades de reunir a sus alumnos que hacerlo en el aula. ¨Es prematuro¨ se asegura. La siguiente propuesta será para realizar el encuentro en la playa. Los gallegos nos ponemos de moda con nuestro depende, que viene a definir tantas realidades como las que albergamos en esta primera fase postCovit. Se promete pequeña corte y el torbellino de la gloria.
Pilar Falcón
Bravo, bravo, bravo, una vez más, Pilar, has dado en el centro de la diana con tu amplio y certero análisis, que hace un repaso inmejorable de nuestra situación en los últimos días. Nunca, creo, a lo largo de la Historia el pueblo se ha dejado manejar de una manera tan notable al menos globalmente. Sobre todo, sí tenemos en cuenta que ahora es cuando deberíamos de estar mejor informados. Qué pena!!!